Carrito

Carrito

Mi nombre es Sonia, ambientóloga de profesión, murcielalogóloga (si es que eso existe) de vocación y “mu ecologista desde chiquenina», o eso es lo que os respondería mi familia si le preguntáis. Y no es precisamente ecologismo lo que me caracteriza, o sí, porqué no, yo creo que va más allá, es empatía con la madre Tierra, es preocupación porque todo viene de algún lugar y va a algún sitio, porque todo tiene un coste, porque comprar mil cosas no es necesario, porque tirar las cosas da pena, porque quien hay detrás de lo que tenemos, sí que es importante.
PD. Lo de “chiquenina” es más de mi abuela y me encanta.
Mi nombre es Ana, crecí en un pequeño pueblo donde todos los productos eran locales, no se generaba basura y hasta la ropa se elaboraba en casa. Comprar en la ciudad era algo muy excepcional. En los 90 me trasladé a Londres donde abracé el lema “menos es más” y me sumergí en la cultura de la moda sostenible y el comercio de segunda mano. Soy una viajera innata, feliz con solo una mochila explorando este maravilloso planeta. Antes de regresar a España soñaba con trabajar en el Jarrillo y así fue, en 2022 empecé a hacer colaboraciones temporales. Y ahora soy miembro de este maravilloso proyecto.
Me llamo Montse. En casa empezamos a reducir residuos en 2018, y yo empecé a fabricar alternativas a los productos de un solo uso. Así surgió La Mari Chapu. Bueno, siempre había existido, pero desde que la dejé
salir del armario, ha ido ocupando cada vez más espacio en mi vida. Por eso, aunque soy informática, hace unos años que no ejerzo. Estos años han sido una aventura, en la que El Jarrillo lata siempre ha estado presente. Primero fui clienta, después amiga, más tarde proveedora. Ahora, comienzo, con mucha ilusión, una nueva etapa en la que soy parte de un equipo que se ha formado porque El Jarrillo no podía desaparecer.
Mi nombre es Sol. Soy mamá de Gael, doctora en biología y una firme creyente en que pequeños cambios hacen grandes diferencias. Siempre he tenido en mente la idea de crear y contribuir a un mundo más amable y respetuoso con el medio ambiente junto a nuestros peques, pero desde que soy mamá, esto se ha vuelto una prioridad. Vivo el camino hacia el residuo cero con pasión y con la esperanza de que algún día todas caminemos el mismo camino.